Cómo mejorar la memoria
La memoria es un conjunto complejo de sistemas que nos permite mantener información almacenada para poder usarla cuando la necesitamos, aunque no siempre funciona con la misma efectividad, dado que evoluciona y envejece. En este sentido sería interesante evaluar nuestra memoria periódicamente a través de cuestionarios al efecto.
Diversos estudios con técnicas como la Resonancia Magnética Funcional (fMRI), Electroencefalografía, Tomografía de Emisión de Positrones (PET)… han demostrado que diversas partes de nuestro cerebro se activan al realizar procesos concretos de memoria, lo que nos indica con la mayor de las certezas, que existe un soporte cerebral para este proceso psicológico. De esta forma, la primera idea para mejorar nuestra memoria, es sin duda, cuidar nuestro cerebro y para ello es importante adoptar una buena alimentación rica en pescados, frutas y verduras que le ayudará a mantenerse en “plena forma” junto con la realización técnicas de ayuda y tareas estimulantes.
Técnicas de memoria:
Las técnicas de memoria son procedimientos que nos permiten aprender determinada información de manera más sencilla y facilitando su recuerdo. Algunas de ellas son:
- Método Loci: suele emplearse para facilitar el recuerdo de listas de información. Consiste en posicionar mentalmente cada elemento de la lista en un punto de un lugar, estancia o recorrido que nos sea muy conocido. De forma que apoyándonos en la imagen de ese lugar, estancia o recorrido recordaremos con más facilidad los elementos de la lista.
- Mnemotécnica visual: es sabido que las imágenes se recuerdan muy bien y más aún cuanto más llamativa sea ésta. Por ello si asociamos lo que queremos recordar a una imagen nítida y llamativa, facilitaremos el recuerdo.
- Asociación: parecida a las anteriores, esta técnica consistiría en relacionar la información a recordar con elementos ya conocidos como personas de nuestra familia o amigos.
- Organización: las informaciones organizadas (jerárquicamente, alfabéticamente,…) se recuerdan mejor que cuando se tratan de aprender desorganizadas.
- Repetición: la repetición de los elementos a recordar es probablemente la técnica más común y conocida. No obstante cabe referir que dentro de esta técnica, la repetición elaborativa (aquella que se hace activamente y junto al empleo de estrategias como resumir, etc) es mucho más efectiva que la mera repetición literal del material.
Tareas estimulantes:
Las tareas estimulantes para nuestro cerebro son ese conjunto de actividades que nos permiten mantenerlo ágil y “en forma”. La lectura, la escritura, la búsqueda y el análisis de datos, el cálculo, etc. son algunas de las que practicadas con regularidad a lo largo de la vida, ayudan a preservar nuestra memoria.
En lo que se refiere a la memorización de contenidos, es conocido que es más efectiva cuando se lleva a cabo de forma repartida en el tiempo que cuando se realiza “de un golpe”.
Ayudas externas:
No obstante lo anterior, no siempre es necesario confiarlo todo a nuestra memoria. Un buen recurso es el uso de ayudas externas que nos faciliten en recuerdo de contenidos. Existen dos tipos:
- Claves: objetos o situaciones que nos alertan de algo a recordar en un momento o lugar determinado. Generalmente se asocia con tareas a realizar. Por ejemplo: el uso de la alarga del reloj para tomar una medicación.
- Representacionales: son ayudas más obvias como agendas, listas, calendarios, etc. que guardan la propia información.
Por último, cabe recordar que en casos de personas con dificultades de memoria por afección de diversas patologías, puede ser muy interesante el entrenamiento de la memoria mediante la activación de procesos automáticos, de forma que la persona recuerde de forma implícita determinadas rutinas basándose en recordatorios o pistas externas.
Psicotip
Usar técnicas de memoria, llevar a cabo tareas estimulantes para nuestro cerebro y valerse de ayudas externas, favorece el trabajo de nuestra memoria.